El Papa Francisco respondió una carta a su amigo y titular de la Alameda, Gustavo Vera. El suplemento religioso español Alfa y Omega publicó la correspondencia que describe el viaje apostólico en tres países de África, Mozambique, Madagascar y Mauricio.
El sacerdote argentino Pedro Opeka convenció al Sumo Pontífice de viajar a Madagascar. Su relación viene de tiempo atrás cuando el religioso paulino era alumno de Bergoglio.
http://www.alfayomega.es/185871/el-alumno-del-papa-mas-cristiano
Por Lucas Schaerer
«A Pedro Opeka lo tuve de alumno. Lo vi el año pasado de paso por aquí», escribió de su puño y letra el Papa desde su residencia Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, a mediados de agosto el Papa Francisco. Alfa y Omega accedió a la carta escaneada y enviada por el Sumo Pontífice a su amigo Gustavo Vera, titular de la Fundación Alameda de Buenos Aires.
Vera había anticipado con detalles su viaje Apostólico de esta semana a tres países del continente africano: «¡Cómo no estar ilusionado con este viaje! Es una recorrida viva por las páginas de la Laudato si. La devastación y el infierno del cambio climático; la esperanza de comunidades justas inclusivas y sustentables; la prueba de que es posible la cultura del encuentro y hasta el llamado a descolonizar que tanto preocupa a los poderosos», asegura, y cierra reconociendo una «sana envidia de tu viaje. Estoy seguro que hará huella. Los problemas en los que se debate el mundo están concentrados en esos tres países».
El amigo del Papa le recuerda que «Madagascar es el país de la esperanza y la dignidad de miles de pobres con el padre Pedro Opeka y donde había un inmenso basural hoy hay 17 pueblos en los que más de 25 mil personas y cerca de 30 mil refugiados trabajan, estudian y rezan en lo más parecido en la tierra a las comunidades primitivas cristianas que una vez más tienen a un Pedro a su cabeza».
El titular de la Alameda reconoce no haber «conocido a cristiano tan consecuente en el planeta como el padre Pedro. Su obra nos interpela a los que vivimos muchas veces atrapados por los egos, esos que nos muestran solo pensando en nosotros mismos y en nuestros logros. Cuando vemos esa inmensa obra cargada de amor y energía , nos damos cuenta que no hemos hecho nada, que es muy chiquitita nuestra mirada».
Y agrega que «la obra de Pedro es la palabra de Cristo en acción. Cuando vio aquel millar de niños entre la basura , Pedro sintió que no tenía autoridad para predicar el evangelio sin antes hacer hasta lo imposible para sacar de la indignidad y la miseria a sus hermanos. Y como el Pedro original, con fe y voluntad se puso a evangelizar en la práctica construyendo la comunión de bienes. Sus hermanos de Madagascar lo aman como un padre que no les da asistencialismo demagógico, sino que los forja en el camino de la dignidad, el trabajo, la educación y la disciplina necesarias para ponerse de pie».
Vera considera –y el Papa le dio la razón– que «Akamasoa es la capital de la esperanza, donde Dios ayuda a construir una ciudad justa, inclusiva y sustentable como la que los apóstoles soñaron y como la que indica la Laudato Si».
FOTO: Carta del Papa Francisco
Mauricio que no es Macri
Para el titular de la Alameda la inclusión «sorpresiva» de las islas Mauricio en este viaje del Papa a África «tiene que ver con lo que votó la ONU en mayo para que el Reino Unido devuelva el archipiélago de Chagos a las Islas Mauricio, es un caso muy similar a las Islas Malvinas», disputa que llevó a Argentina e Inglaterra a la guerra en 1982.
«Mark Twain escribió una vez: “Primero se hizo Mauricio y después el cielo; y el cielo se copió de Mauricio. Así es la tierra del arcoíris, una de las más bellas del planeta en la que la diversidad no es solo geográfica, sino también armonía entre las almas humanas. La pacifica convivencia en la interculturalidad y la interreligiosidad así lo indican. En tiempos de luchas tribales y tensiones, Mauricio es cultura del encuentro».
Y Gustavo Vera concluye su carta al Santo Padre diciendo que Mauricio (qué paradoja, es el nombre de pila del actual presidente argentino), «además es objeto de preocupación del viejo imperio colonialista desde que la ONU en mayo pasado votará por abrumadora mayoría descolonizar el archipiélago de Chagos, actualmente usurpado. Con Chagos se ha sentado un precedente valioso para Malvinas y otras zonas en las que el imperio colonial se niega a reconocer los derechos de los pueblos».
Alfa y Omega accedió a la contestación por carta que el Papa Francisco hizo a un amigo argentino, Gustavo Vera, titular de la Fundación Alameda, que le dirigió por su viaje apostólico a tres países de África.
http://www.alfayomega.es/185825/mozambique-y-el-apocalipsis-humano
Por Lucas Schaerer
La correspondencia de un Papa y un amigo no es común que salga a la luz. La excepción a la regla se debe a la misión apostólica que por estas horas suceda en África por el Sumo Pontífice argentino y jesuita.
«Querido Jorge», lo llama al Papa, por su nombre de pila, Gustavo Vera, el titular de la Fundación Alameda, para luego escribir su opinión sobre el primer país al que arribó el Pontífice el 5 de septiembre. «Mozambique es el país del apocalipsis humano, que no lo ha provocado Dios, sino el alejamiento de los hombres de Dios», dice Vera sobre este país situado al sureste de África, a orillas del océano Índico, que sobrevivió a una guerra civil que duró desde 1977 hasta 1992, dejando dos millones de minas terrestres todavía activas.
«Los dos ciclones que provocaron devastación en Mozambique con un millar de muertos, más de un millón y medio de afectados, poblaciones enteras destruidas y multiplicación de hambre y pestes, no fue un castigo divino. La propia Organización Meteorológica Mundial indica que “es una llamada de atención sobre el aumento de la cantidad de ciclones tropicales, inundaciones costeras y lluvias intensas de alto impacto vinculados al cambio climático”. Es un aviso a tiempo sobre la escala futura de los desafíos que plantean conjuntamente la urbanización y el aumento del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático. Se requerirá hacer mucho más hincapiés en la necesidad de mejorar el uso del suelo y la planificación urbana y de las llanuras de la inundación. Es cierto que en la zona hubo otros ciclones en el pasado, pero ninguno tan devastador como el Idai (El ciclón tropical intenso Idai es uno de los peores ciclones tropicales de los que se tiene constancia en África y en todo el hemisferio sur) y los científicos enfatizan particularmente el aumento de las temperaturas», detalló Vera a Bergoglio.
Mozambique tiene una población que supera los 21 millones de habitantes, con una esperanza de vida que es baja, con la mortalidad de los niños entre las más elevadas del mundo, y un índice de desarrollo humano de los más bajos del planeta.
Por ello el amigo argentino del Papa le dijo que «el Dios dinero y la máxima ganancia maltrata a la casa común y genera cambio climático. Una vez más, los pobres terminan pagando la fiesta de los ricos. Cuando no es con migraciones forzadas, es con devastaciones tremendas. Trump y sus amigos se ríen del cambio climático y dicen que la única inundación prevista por la Biblia es el Arca de Noé. Los 192 países que aun suscriben el tratado de París porque es ‘políticamente correcto’ confunden las intenciones con los hechos y no se han puesto a trabajar seriamente en reducir los efectos del cambio climático».
El Santo Padre respondió a Vera casi un mes antes de iniciar su viaje, con una carta de puño y letra escaneada y enviada por correo electrónico: «Querido hermano. Gracias por el correo», arranca con su inconfundible letra pequeñísima y en tinta negra. «Describís bien las diversas etapas del viaje…».