Francisco: Diez años que conmovieron al mundo

Por Gustavo Vera*

Cuando ya estaba a punto de retirarse, Dios lo convocó desde el fin del mundo para atravesar en burrito un planeta convulsionado por guerras, catástrofes climáticas, pandemias y la dictadura del “pensamiento único”, con las armas de la Fe y la Oración y el mensaje de las bienaventuranzas. Desde entonces, muchos corazones se conmovieron desde las periferias y, creyentes y no creyentes, reconocieron en el mensaje de Francisco un puente y una oportunidad para trabajar fraternalmente por la reconstrucción de la sociedad sobre bases justas, inclusivas y sustentables. Con el paso del tiempo, se apreciará en su justa dimensión, la genialidad del Espíritu Santo al ponerlo al frente del timón del barco de la Iglesia Mundial, a fin de sostenerla unida y con esperanza, en estos tiempos tumultuosos.

El mensaje de Francisco va del corazón a la cabeza, y de la periferia al centro, y conmueve a la humanidad poniendo a los seres humanos en el centro de la sociedad y no al dinero. Francisco nos recuerda la conducta del buen samaritano, que viniendo de la también periférica y castigada Cisjordania, nos dio el mejor ejemplo de gratuidad y pureza de amor al prójimo, haciéndose cargo del hermano descartado al costado del camino. Como describe Jesus, no fue el funcionario, ni el religioso los que se detuvieron a asistir al herido, sino el samaritano, el que vino desde los márgenes, y entregó gratuitamente su tiempo para asistir al hermano. Y nos convoca a discernir qué hacemos con los excluidos y descartados porque “la inclusión o exclusión de quien sufrió al costado del camino define todos los proyectos económicos, sociales, políticos y religiosos” (Fratelli Tutti),

Francisco nos llama a reconstruir las tres relaciones rotas, con Dios, con la naturaleza (la Casa Común), y entre nosotros mismos (fraternidad), como bases indispensables para una sociedad que nos incluya a todos y detenga el daño inevitable en el planeta. Porque el sistema actual no se aguanta más, es una fábrica de descarte y consumismo desenfrenado que tiene como “dios” a la máxima ganancia y que, en su dinámica, aumenta la pobreza, el daño irreparable a la Casa Común, y edifica una torre de Babel donde cada vez hay menos incluidos y más excluidos. Un sistema así solo nos puede llevar a guerras más despiadadas por los mercados, a la destrucción planetaria y a un gigantesco descarte humano.

También nos convoca a defender la dignidad del ser humano y no ceder al “pensamiento único” que brota de las usinas del sistema, según el cual los pobres son material de descarte y solo pueden sobrevivir asumiéndose como mercancía que se cosifica aceptando ser traficados, esclavizados sexual o laboralmente, vendiendo sus órganos o incluso sus hijos. Esa dignidad se reconstruye luchando por sociedades inclusivas, que garanticen el trabajo, el salario justo y que tengan garantizada la tierra, el techo y el trabajo (las tres t).

Francisco sostiene que la Fe es activa y busca transformar al mundo (porque la Fe solo es posible en un corazón solidario que ama al prójimo), y que la oración es el combustible indispensable para nuestras misiones de fraternidad. Hay un galpón lleno de gente que dice tener fe y pasa de largo cuando ve al hermano herido al costado del camino. Y también mucha otra gente, que no sabe que tiene fe y se hace cargo del prójimo, misionando. Es mucho más fácil que estos últimos misioneros encuentren su fe a que los primeros se hagan cargo del hermano que sufre, por la sencilla razón que siempre fue más simple pasar de lo concreto a lo abstracto que de lo abstracto a lo concreto. Quizás por ello, el apóstol Pablo evangelizó con tanto éxito las periferias paganas donde no hizo más que ayudar a parir en palabras donde ya había hechos y ganas que brotaban de corazones puros y rectos.

La reconciliación de la palabra con los actos, de la fe con las obras, es la recuperación de la plena comunión como hijos de Dios. Y es muchísimo lo que ha hecho Francisco en estos años, logrando que millones de “paganos” se sientan atraídos por una melodía familiar a su corazón. La cultura del encuentro, del trabajo y el camino común con todas las religiones, por el puente de la fe, el bien común y el amor al prójimo, es una inmensa contribución a agrupar a la abrumadora mayoría de la humanidad, que desea vivir en paz, verdad y dignidad.

Naturalmente, estas sencillas líneas no pretenden ser un balance de su rico y profundo magisterio. Son solo unas pocas pinceladas de sus diez primeros años, a fin de convocar a los corazones solidarios a conocer en profundidad su pensamiento y recuperar la esperanza de que otro mundo es posible, donde dejemos las cosas mejor de lo que las encontramos para nuestros hijos, nietos y las futuras generaciones.

Quien escribe estas sencillas líneas, es amigo personal de Jorge Bergoglio, varios años antes de que fuera el Papa Francisco, y hemos caminado desde la Alameda junto a él para liberar a muchos hermanos y hermanas de las redes de trata sexual y laboral. Nuestra amistad nació en la lucha por la dignidad, en esas periferias en las que predominaba la cultura del volquete y del descarte.

Desde hace más de 15 años nos acompaña en las luchas de la Alameda contra la esclavitud, y aún resuena en nuestros corazones la primera homilía que Jorge Bergoglio ofreció a las victimas de trata y exclusión, donde nos decía: “El Evangelio nos narra la historia de esos hombres que traían al paralítico, y como lo querían poner delante de Jesús, había mucha gente y no podían, levantaron las tejas del techo y lo pasaron por arriba para que Jesús lo viera. Trabajaron, lo organizaron, buscaron la escalera, de todo, para que ese hombre, esa mujer -era hombre- fuera curado. Bueno hoy estamos aquí porque muchos de ustedes, encabezados por Gustavo, por Juan, han levantado el techo y nos han metido acá en la presencia de Dios, en la presencia de la comunidad, a tantos hermanos… que no están, que están en los prostíbulos, que están tirando el carro con cartones, en tantos prostíbulos clandestinos… Hoy también se nos pide que abramos el techo de nuestra sociedad, el techo de nuestra conciencia y nos animemos a bajar y a poner delante de Jesús a todos nuestros hermanos y a curarlos con trabajo digno” (01/07/08, homilía de JMB en la Parroquia de los Migrantes).

*Gustavo Vera es fundador de la Alameda. Ex legislador porteño y actual Director del Comité Ejecutivo de Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las victimas, dependiente de Jefatura de Gabinete

Se presentó en La Alameda el libro “El Papa Francisco y la Doctrina Social de la Iglesia”

Con la presencia del autor, José Márquez, del obispo auxiliar, Gustavo Carrara y del fundador de La Alameda, Gustavo Vera, se presentó el libro que compila las encíclicas, exhortaciones, homilías y discursos del Papa Francisco y su conexión directa con la Doctrina Social de la Iglesia y el documento de Aparecida

Este jueves 8 de septiembre se presentó en la sede porteña de La Alameda el libro de José Márquez, «El Papa Francisco y la Doctrina Social de la Iglesia», una obra que compila temáticamente discursos, encíclicas y exhortaciones del Papa Francisco en sus primeros cinco años de Papado (2013 – 2018).

En el evento, además de su autor, José Márquez, compartieron la presentación de la obra: Gustavo Vera, fundador de La Alameda y quien realizó el prólogo del libro; y el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal para la Pastoral en Villas de Emergencia, Gustavo Carrara.

En relación a la obra, el propio Papa Francisco expresó en una misiva con fecha de marzo de este año: «Anhelo que llegue especialmente a los jóvenes y dirigentes de todos los ámbitos, para que puedan valorar la importancia y la actualidad de la doctrina social de la Iglesia en los nuevos desafíos que se presentan. Dios quiera que todos, en el lugar que nos toque, podamos ponerla en práctica con responsabilidad en favor de la humanidad, por encima de los intereses personales, cuidando siempre de privilegiar a los más débiles».

En la presentación, Gustavo Vera sostuvo: “estamos muy contentos de hacer esta presentación en este lugar sencillo, humilde, en el que junto al padre Bergoglio compartimos tantas luchas contra la trata y la esclavitud, un lugar muy querido por él. Presentamos un libro, que no es un libro de opinión sobre lo que dice Francisco, sino una precisa y exhaustiva clasificación temática de todo lo que el Papa ha dicho en sus primeros años de magisterio. “

”Lo que hizo Márquez fue ordenar la biblioteca, recopilar las encíclicas, las homilías, las exhortaciones, los discursos del Papa en el período de cinco años que va de 2013 a 2018 y dividirlos temáticamente, de manera que sean accesibles y fáciles para cualquier persona que quiera conocer el pensamiento del Papa sin intermediarios”, añadió.

Vera relató que “fue un hecho providencial que nos hayamos podido conocer con Pepe. Cuando lo vimos a Francisco le llevamos el borrador de este libro, y a los nueve días le mandó una carta a José Márquez , que está publicada al comienzo, y donde habla de una ‘recopilación exhaustiva y precisa’ y donde llama a los jóvenes a conocer la coherencia y la continuidad entre la Doctrina Social de la Iglesia, el documento de Aparecida y los mensajes de Francisco, y naturalmente con el Evangelio”.

Y luego reflexionó sobre el contexto actual del papado de Francisco: “Por eso, en estos tiempos en que algunos medios de comunicación, vinculados al Complejo Industrial Militar, o vinculados con las petroleras, o con los intereses de la tiranía del dinero, o del consumismo desenfrenado, que tienen que ver con la cultura del dios Dinero, demonizan a Francisco y lo quieren presentar como una especie de Papa que se aleja de una doctrina, el libro demuestra que en realidad la defiende con total y absoluta consecuencia, no solamente con las palabras sino también con los hechos, con el cuerpo y con su ejemplo, viviendo en una humilde habitación en Santa Marta, renunciando a cualquier tipo de privilegio, siempre poniendo el centro en los pobres, en la periferia. De sus viajes se evidencia claramente la preferencia por la periferias, en un mundo tan complejo donde hoy lamentablemente tenemos una guerra horrorosa, de rapiña, donde de un lado buscan quedarse con el granero de Europa y del otro lado también persiguen apropiarse de los minerales, el petróleo, etc., una guerra insensata, que no solamente provoca muertes, sino que además provoca una aceleración de la destrucción del planeta, a partir del reverdecer de las industrias petroleras y de la fabricación de armamentos. El mensaje de Francisco es una luz de esperanza en medio de las tinieblas, que nos llama a volver a las raíces, como el Buen Samaritano, con la actitud solidaria frente a los heridos que están a los costados del camino, frente a la cultura del descarte, que cada vez excluye y esclaviza más”.

Para finalizar su alocución, Vera explicó: “Hay tres relaciones rotas que Francisco llama a reconstituir: primero la relación con Dios, que no es el dios Dinero, sino el Creador de todas las cosas, segundo la relación entre nosotros, la fraternidad humana, y, en tercer lugar, el cuidado de la Casa Común, el hecho de que comprendamos que nuestro paso por la Tierra, es como dirían los boy scouts: para dejarla mejor de como la encontramos, y no como hacemos ahora para destruirla con el fenómeno del cambio climático, a partir de la emisión de carbono permanentemente, que ahora se ha incrementado, a consecuencia de la excusa infernal de la guerra. Tenemos que tener solidaridad intergeneracional. Hoy estamos atravesando momentos cruciales en la Humanidad”.

Por su parte, el obispo auxiliar Gustavo Carrara sostuvo: “Este libro tiene la belleza de lo sencillo, de ir a lo esencial, de decirnos que hay que leerlo a Francisco sin glosa, ir a los textos, y acá están clasificados una serie de temas sobre los cuales Francisco a través de sus encíclicas, exhortaciones apostólicas, homilías, va haciendo referencia. El libro empieza con conceptos del Concilio Vaticano II, y Francisco está aplicando el espíritu de este concilio. Francisco habla de la sinodalidad en la vida de la Iglesia, que está desde el comienzo, hace 2000 años, y que es una Iglesia que se pone a la escucha y que busca hacer un camino juntos, y por ahí el gran desafío es cómo escuchar a los más frágiles, a los que la sociedad no tiene en cuenta. Y no decirles qué tienen que hacer, sino en una escucha muy parecida a la escucha de Jesús, que cuando camina va rodeado por una multitud, no se deja marear por esa multitud, pero escucha un grito al borde del camino y frena su caminar y le pide a sus discípulos que lo acerquen a este mendigo ciego, Bartimeo, que termina diciendo ‘Jesús ten piedad de mí’ y Jesús en lugar de darle una parábola le dice ‘qué querés que haga por vos’, o sea, cuál es tu sufrimiento, cuál es tu dolor. Una Iglesia que busca ser camino y que se aboque a la escucha. Tal vez su desafío más importante es cómo escuchar a los más frágiles, que habitualmente una sociedad que descarta no tiene ganas de escuchar”.

La presentación fue cerrada por el autor, José Márquez, quien expresó: “Yo sostengo que Francisco es una bisagra en la historia de la Iglesia y de la Humanidad. No es un llanero solitario. No es un inventor de temas. Francisco repite con coherencia el mensaje evangélico y del Concilio, que es la asamblea mundial de obispos y cardenales, así como Aparecida es lo mismo trasladado a Latinoamérica y el Caribe. El Vaticano II consagra como mensaje evangélico central a los pobres, que están en el corazón del Evangelio. Aparecida es durísima en sus conceptos, dice que en la defensa de los derechos de los excluidos se juega la fidelidad de la Iglesia a Jesucristo. Y Francisco le pone la frutilla a la torta: la opción por los pobres es una categoría teológica y avanza, usa el término luchar, ‘hay que trabajar y luchar para eliminar las causas que dan origen a la pobreza y al hambre’. No es suficiente con sentir el dolor, hay que eliminar las causas. Es una obligación moral, es un deber, para los católicos y para todos los hombres de buena voluntad. ¿Cuál es el camino? El compromiso político es el camino, porque es la expresión más sublime de la caridad, lo expresó Pío XI en 1927, lo repite Pablo VI, lo repite Aparecida, lo repite Benedicto XVI, y ni qué hablar, Francisco. ¿Y cómo se expresa hoy ese compromiso? Francisco dice: “trabajemos por la paz, no por la guerra, trabajemos por el amor, no por el odio y la violencia”, ese es el camino que hoy en esta realidad mundial, de guerra, y en esta realidad Argentina, de violencia, tenemos que llevar adelante, sin miedo. Orar por la paz, movilizarnos por la paz, salir a la calle. Francisco va señalando el camino, pero no solo Francisco. El Concilio en la ‘Gaudium et spes’ lo dice claramente, pide que los creyentes colaboren con todos aquellos que persiguen los mismos fines, en la construcción de un mundo mejor. Francisco cita como ejemplo de esa unidad al Martín Fierro: “los hermanos sean unidos”. Y dice “encontrarnos, aunque pensemos distinto, porque hay algo que es superior a nosotros, es la grandeza de nuestro pueblo y de nuestra Patria que tenemos que crear”. Y así entonces vamos a encontrar la respuesta a esa pregunta que Francisco nos formula: ‘¿para qué vivimos, por qué estamos en este mundo?’”

Se presenta el libro «El Papa Francisco y la Doctrina Social de la Iglesia»

Será el jueves 8 de septiembre a las 18:30 hs en La Alameda

«En esta obra José (Márquez) nos muestra el pensamiento del Papa Francisco sin intermediarios. No es la opinión sobre lo que dice el Papa, tampoco es una exhaustiva hermenéutica, sino el Papa mismo quien nos habla de manera clara y sencilla y a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, de los problemas que aquejan a la humanidad. El inmenso trabajo de “ordenar la biblioteca” y clasificarla didácticamente, entre el millar de discursos y textos del Papa, solo lo podía hacer alguien convencido que su magisterio juega un rol crucial en el mundo para construir una sociedad justa, inclusiva y sustentable y tomar conciencia que la actual sociedad basada en la tiranía del dinero, el consumismo desenfrenado, el paradigma tecnocrático y la cultura del descarte humano, nos llevan a la autodestrucción.» (fragmento del prólogo de Gustavo Vera)

El próximo 8 de septiembre de 2022 a las 18:30 hs se presentará en la sede de La Alameda (Av. Directorio 3998 – CABA) el libro de José Márquez «El Papa Francisco y la Doctrina Social de la Iglesia», una obra fundamental donde el autor compiló temáticamente discursos, encíclicas y exhortaciones del Papa Francisco en sus primeros cinco años de Papado (2013 – 2018).

En el evento además de su autor, José Márquez, estarán acompañando la presentación en sociedad de esta importante obra, Gustavo Vera (fundador de La Alameda quien realizó un prólogo de libro) y el Obispo Auxiliar Gustavo Carrara.

Por intermedio de nuestro compañero Gustavo Vera llegó a Francisco un original de este libro antes de su publicación, que generó el interés del Papa que le escribió a José A. Márquez la carta aquí compartida, de la que destacamos el pasaje: «estoy seguro que su obra a todos aquellos que tenga el privilegio de leerla y consultarla. Anhelo que llegue especialmente a los jóvenes y dirigentes de todos los ámbitos, para que puedan valorar la importancia y la actualidad de la doctrina social de la Iglesia en los nuevos desafíos que se presentan. Dios quiera que todos, en el lugar que nos toque, podamos ponerla en práctica con responsabilidad en favor de la humanidad, por encima de los intereses personales, cuidando siempre de privilegiar a los más débiles»

(Papa Francisco)

Los invitamos especialmente a ser parte de la presentación de este libro que seguramente conformará en adelante uno de las fuentes de consulta e inspiración de todos cuantos abracen el compromiso de construir un mundo justo, inclusivo y sustentable.